Alamar

Gracias a la invitación de un amigo, mi canoa volvió a navegar. Hacía ya unos años  no lo hacía, y no hay nada más triste que algo que navega, no lo haga.

La fuimos a buscar y la encontramos, medio estropeada por el tiempo  Tiene más de 20 años de hecha y es hija de una que tenia de adolescente, de madera. Se le sacó el molde y se hizo en fibra.



El primer día nos fuimos con mi amigo y su familia a la Laguna Negra, allí la recorrimos medio “orillando” remando casi en la arena, de ese majestuoso lugar. Más tarde, desembarcada la muchachada. Nos cayó la tarde, y el sol sobre nosotros, en el medio de la laguna. Las nubes estaban allí, para la despedida final del sol, haciendo el espectáculo más impresionante. Mientras cae la tarde, y  el sol se pone, el color plateado inunda el agua y su pequeño movimiento ondulante de las aguas, hacen el reflejo como moviles de papel, es un espectáculo que todos deberían  ver y disfrutar. Por suerte, hoy,con las cámaras  digitales ya no tenemos que pensar en la “película” y tirar solo algunas fotos. Como testimonio quedaron un tropel de imágenes, que –con el tiempo- formarán parte de un momento, esto son las imágenes. La memoria del tiempo.

Cuando ya cae el crepúsculo y en el mismo instante en el este sube la luna, que estaba a dos dias de la llena; no se podia creer el espectáculo, casi mágico.



…y respirando casi de noche, trepamos la canoa al viejito tutú.

La travesía continuo al otro día en un escenario diferente, en el arroyo San miguel. Allí en el puente, antes de la aduana. Que es el límite entre Uruguay  y Brasil. En su curso esta la divisoria territorial,a la izquierda Uruguay y a la derecha ,el Brasil. Otra experiencia, otro placer y otro momento…la placidez de nuestros rios,algo tambien para disfrutar,con sus pájaros,sus sonidos a monte y las sombras de -una tarde fria- pegan en el agua calma,casi “chicha” ,como despedida.

Hablando de despedidas, casi lo fue del verano-otoño de esta temporada. Pareció ser los últimos regalos –regalos eternos- que nos dio esos dos dias de semana santa o de turismo. Prometimos,no guardarla… la canoa continuara navegando ya que esta nos descubre en cada rincón que avanza, nuestra naturaleza y sus cosas…nos descubre nuestros momentos, y desnuda nuestras  ilusiones del buen pasar y el del vivir…



…mi querida alamar –su nombre lo puso mi hija de pequeña - regresó al agua y con ella las sonrisas de otros niños y tambien los grandes…que sobre ella se van, como se van los tiempos y regresan otros…su proa, como lo hizo siempre, apuntó nuevamente al sol…salud!

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