El Temporal que no fue...

No tengo auto. Camino simplemente para llegar a cualquier lugar. Si es lejos, me tomo un ómnibus y me lleva igual, donde voy. Les diré un secreto, la ventaja del “bondi" es que todo lo miras a otro nivel, más "alto

Viaje va hacer el día que nos subvencionen a los pobres. No tener auto, es casi eso.”.

Pero en los tiempos que corren, que los autos tiran enormes toneladas diarias a las atmósfera de partículas que después hacen desastres en el planeta ,pienso –les doy una idea reeeeeee, progresista -deberían pagar más por ello. Pero qué pasa con los que andamos a pié... creo que los “recargos” a los que contaminan, se lo deberían de dar a los que no. Es así que debería de cobrar por caminar.

Caminar es no contaminar. Caminar es ver el mundo de otra forma.

Les voy a contar una historia real. Y que tiene que ver con el tiempo y los “tiempos”.
En el último temporal anunciado que no vino, como todo lo que se anuncia, difícilmente se pueda concretarlas, radios, canales de tv y hasta el "parlanchín” de la esquina, habló de la tormenta. Lo importante para las próximas horas era lo que “podría” suceder. Supongo que muchos hicieron planes al igual que yo. Corté leña para una semana para no cagarme de frió, por si realmente la catástrofe llegaba. Continué los pasos de la información casi al instante, soy pobre pero tengo Internet, me miré todos los pronósticos esperando.... la tormenta fue un fiasco.. Lo que si, es,- que por ser pobre-no tenía mucho en la heladera, después de hacer análisis, consultas y otros, me decidí a salir para hacer compras, caminando, claro .

El viaje de unas 10 cuadras de ida y otras tantas de vuelta a las 3 de la tarde de la tercer semana de julio del 2008, no me crucé con nadie. Los perros, que abundan...aquí en Punta del Diablo parece que habían escuchado el pronóstico, estaban en sus casas.

Nadie caminando y nadie en un coche. Nadie, solo hablé con la del Super...en el super solitario, super. Al regreso, me tropecé con un pino caído que tenía unas lindas piñas enormes –cerradas- que son mi deleite cuando abren al calor de la salamandra.



Me di cuenta de una cosa. Pobres y ricos estamos en el mismo barco. Solo hay que anunciar una “catástrofe” para que actuemos igual, nadie en la calle. La contaminación de fiesta. Al pobre caminante, como yo, ni plin...nadie se enteró de mis pasos...no había nadie para mirar.

Como con tan poco se puede lograr tanto, solo hay que dar una noticia que quizás “si” o quizás “ no”, pero todos acataremos.

Será muy distinto, supongo, si algún DIA los que no contaminamos y caminamos...pidamos el aumento, allí quiero ver, si los veo y estamos juntos.

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